Nos adentramos en una historia fuera de lo normal, esta historia esta basada en hechos reales, esto suele pasar muchas veces al año en países como Estados Unidos.
Bueno, empezamos..... narra la estancia de un pareja en crisis en una casa de
vacaciones en un lugar casi aislado. Pronto empezarán a ser acosados por
unos extraños que les irán atemorizando cada vez más. Una premisa
pequeña, escueta, que se alarga a lo largo de todo el metraje hasta la
evidente y lógica resolución. Un minimalismo que Bertino extiende hacia
su puesta en escena, con una planificación y un uso del formato scope
ejemplar, y con una reiterada iteración, valga la redundancia, a repetir
situaciones a lo largo y ancho de su ajustada hora y media.
Un tocadiscos, y una canción que no hace más que repetirse en el mismo
una y otra vez, es la metáfora perfecta del director para reivindicar
tiempos pasados, concretamente los tiempos de hace tres décadas, cuando
films como ‘Halloween’,
‘Llama un extraño’, ‘La matanza de Texas’, e incluso un telefilm
dirigido por John Carpenter (‘Someone´s Watching Me!’), con lo que
tenemos repetición de director, llenaban las salas de los cines.
Películas a las que Bertino recurre y evoca una y otra vez, una y otra
vez, perdiendo en el proceso su propia identidad. Y es que da igual que
su intención sea la de construir un film de horror con claves clásicas y
rehuyendo clichés modernos, si durante todo el visionado jamás nos
abandona una “extraña” sensación de déjà vu con su consiguiente
cansancio y aburrimiento. Un aburrimiento que viene dado más por ese
obsesivo mecanismo de referencias que por el argumento en sí.